Nos llegan nuevas evidencias de nuestro país vecino Reino Unido que confirman estudios anteriores: “El consumo de azúcar en exceso es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares”. El estudio llega de la mano de investigadores de la la Universidad de Surrey que encontró en un grupo de sujetos sanos un aumento de los niveles de grasa en su sangre y de grasa almacenada en sus hígados después de haber consumido una dieta alta en azúcar, lo que se considera un factor de riesgo cardiaco. Las evidencias científicas sobre el exceso de azúcar y el exceso de grasa en el hígado ya se han apuntado con anterioridad. Es el caso de un estudio publicado en la revista JAMA

Los científicos, del Centro para la Prevención de las Enfermedades del Corazón y los Accidentes Cerebrovasculares de los CDC de Atlanta, comprobaron que la asociación entre la ingesta excesiva de azúcar y la mortalidad por enfermedad cardiovascular ha sido estadísticamente significativa tras vincular la presencia del edulcorante  en la alimentación estadounidense y las muertes cardiovasculares a lo largo de los años.
Ahora, el nuevo estudio, publicado en los científicos compararon a dos grupos de pacientes. Uno de ellos con niveles altos de grasa hepátitca (afectados de enfermedad grasa no alcohólica EHGNA) y, el otro, con niveles normales. A todos ellos se les sometió indistintamente o bien a una dieta baja en azúcar que no contenía más de 140 calorías al día (la ingesta recomendada) o bien al consumo diario de 650 cl de azúcar.

La enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA) abarca a un grupo de afecciones en las que se presenta excesiva acumulación de grasa dentro del hígado en pacientes que consumen poco o nada de alcohol. La forma más común de la patología  es una afección no grave conocida como hígado graso, en la que se acumula grasa dentro de las células hepáticas

Tras 12 semanas de seguir esta dieta, los varones con EHGNA mostraron cambios en su metabolismo de grasas que se asocian con un mayor riesgo cardiovascular (infarto o accidentes cerebrovasculares). El metabolismo de las grasas es el proceso bioquímico mediante el cual las mismas se transportan y se descomponen en la sangre y son utilizadas por las células del cuerpo.

Los resultados también revelaron que cuando el grupo de hombres sanos con un bajo nivel de grasa hepática consumía una alta cantidad de azúcar, ésta aumentaba, así como el metabolismo de la misma, de forma similar que en el grupo de pacientes con hígado graso.

Sabemos que los adultos consumen normalmente menos azúcares que los niños y adolescentes y sabemos, ahora, que además de que este tipo de dietas con exceso de dulces, bollería industrial y bebidas azucaradas eleva el riesgo de sobrepeso y obesidad, tenemos que añadir una preocupación más: la salud hepática y cardiaca a largo plazo de este sector de la población. Por todo ello es importante ponerse en manos de especialistas para que combatan el sobrepeso y la obesidad desde edades tempranas y eduquen a los pacientes en hábitos de alimentación saludables