Una de las consultas frecuentes en los servicios de urgencias de los Hospitales se refiere a la presencia de dolor anal, para lo cual se prescriben baños de asiento, pero siempre surge la misma duda: ¿Baños de asiento con agua fría o caliente?

La creencia popular propugna el uso de baños de asiento con agua fría para el tratamiento del dolor anal agudo, pero las guías de práctica clínica recomiendan el uso de agua caliente por su efecto conocido de reposo y relajación de la musculatura anal.
Pues bien, a pesar de la elevada prevalencia de la patología anorrectal tanto en urgencias como en la consulta, existe poco conocimiento de cual debería ser la temperatura más adecuada para realizar los baños de asiento, o incluso si este dato puede llegar a ser irrelevante. De hecho, existe escasa evidencia científica sobre el tema.
Los resultados son dispares y contradictorios, quizás basados en la patología de base que aqueje el paciente responderá mejor a uno que a otro.
En un artículo reciente de Tejirian y col realizaron una revisión bibliográfica sobre su uso y llegaron a la conclusión de que no existe evidencia científica ni estudios concluyentes sobre sus posibles efectos beneficiosos.