El fibroadenoma es el tumor benigno (no es cáncer)  más común de la mama y es muy frecuente en mujeres entre los 15 y los 30 años. Presenta una evolución variable: puede crecer, estabilizarse o regresar, por tratarse de una lesión estrógenodependiente. Cuando alcanza mayor tamaño es palpable en el autoexamen de la mama. El propio Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (INC) asevera que estas protuberancias  pueden ser fácilmente movibles bajo la piel. Son firmes, indoloras y elásticas.

Pese a su condición benigna, “las mujeres afectadas tienen un riesgo ligeramente más alto (entre un 1% y un 2%) de cáncer de mama posteriormente en la vida”, según la institución. Sin embargo, el debate sobre la necesidad o no de intervenir los fibroadenomas sigue abierto en el seno de la comunidad científica.

No se considera como un factor de riesgo de cáncer, pero cuando además hay antecedentes familiares directos de cáncer de mama y en la biopsia aparece una hiperplasia atípica, el riesgo existe.

Cómo se diagnostican los fibroadenomas

Durante una exploración física el médico palpará manualmente las mamas para determinar su existencia o corroborar las sospechas de la propia paciente. También es común la prescripción de una ecografía mamaria en menores de 30 años o la mamografía en mayores de 30 años. Ante la aparición del primer bulto o la sospecha de uno nuevo en mujeres con historial de la enfermedad, lo común es realizar una punción con aspiración con aguja fina (PAAF) para extraer una muestra de tejido para analizarla. Para este procedimiento, se introduce una aguja en la mama y se extraen muestras pequeñas del tumor para enviarlas al laboratorio, que determinará si finalmente es benigno o maligno. También se puede realizar una biopsia directamente.

Tratamiento del fibroadenoma

En primera instancia, los fibroadenomas no necesariamente tienen que extirparse. Los síntomas físicos, los antecedentes familiares y la preocupación de la paciente son los factores que determinan finalmente la decisión de la intervención quirúrgica. Los fibroadenomas que no aumenten de tamaño y que no sean potencialmente cancerosos pueden controlarse atentamente por medio de exploraciones clínicas de las mamas y pruebas de diagnóstico por imágenes.

Los especialistas contemplan como factores importantes para la extirpación de los mismos:

  • Factor psicológico,uno de los más importantes: la preocupación de la paciente por la posibilidad de padecer cáncer
  • El tumor afecta la forma natural de la mama
  • Provoca dolor
  • Antecedentes familiares de cáncer
  • Si la biopsia arrojó resultados ambiguos

Y ante, todo también recuerdan a sus pacientes, que tras la extirpación de un fibroadenoma es posible que puedan volver a crecer bultos en la misma zona intervenida sin que dicha protuberancia sea sinónimo de cáncer.

Prevención

Debido a que la presencia de fibroadenomas supone un ligero aumento de las probabilidades de padecer cáncer, es importante que las mujeres afectadas se sometan a controles regulares. Los especialistas recuerdan, además, la importancia de los autoexámenes de las mamas en estas pacientes.