Aún existen muchas preguntas ante esta nueva línea de tratamiento no quirúrgico de la apendicitis

Un estudio publicado en diciembre de 2015 en la edición digital de ‘Journal of the Americans College of Surgeons’ alerta de que el tratamiento no quirúrgico de la apendicitis puede tener riesgos desconocidos a largo plazo.

La calidad de vida, los síntomas residuales a largo plazo, el tiempo para incorporarse a la vida normal y otras cuestiones son preguntas sin respuesta en el contexto del tratamiento de la apendicitis con antibióticos, según indican los investigadores en este artículo.

La autora principal, Anne P. Ehlers, del Departamento de Cirugía de la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos, dice que “hay muchas preguntas sin respuesta sobre los resultados del tratamiento inicial con antibiótico”. Por ello, cree que es demasiado pronto para cambiar el procedimiento estándar de la apendicitis en adultos a una terapia inicial con antibióticos en lugar de la extirpación quirúrgica del apéndice (apendicectomía).

Algunas investigaciones de Europa concluyen que en ciertos pacientes con apendicitis aguda no complicada, se puede curar tomando sólo antibióticos. No obstante, en uno de esos trabajos, publicado este año, Ehlers encontró que uno de cada cuatro pacientes que necesitaron la extirpación de su apéndice posterior al tratamiento farmacológico, no tuvieron una mayor tasa de complicaciones postoperatorias o un mayor riesgo de ruptura del apéndice.

Ante estas nuevas tendencias, Ehlers y sus colegas realizaron una revisión sistemática de los mejores estudios de investigación disponibles sobre este tema para identificar las limitaciones de los mismos y las deficiencias actuales en el conocimiento sobre este nuevo enfoque de tratamiento, así como orientar a los médicos que quieran adoptar una estrategia inicial de antibióticos.

En concreto, se analizaron seis ensayos clínicos donde se compararon el tratamiento inicial con antibióticos para la apendicitis aguda con la apendicectomía, cuyos resultados se publicaron entre 1995 y 2015 e incluyeron a un total de 1.724 pacientes.

En todos los análisis menos uno, del 24% al 35% de los pacientes asignados al azar en el grupo de antibióticos necesitó ser intervenido más tarde para una apendicectomía porque los medicamentos no curaron su apendicitis o debido a que la enfermedad o la sintomatología pasó a ser recurrente. La mayoría de los trabajos tuvieron un periodo de seguimiento de un año, según Ehlers, un tiempo demasiado corto para detectar la tasa en la que la apendicitis es recurrente e identificar resultados poco frecuentes, como el cáncer de apéndice.

Diferencias entre el tratamiento farmacológico y el quirúrgico
El enfoque no quirúrgico consiste en diez días de antibióticos, inicialmente por vía intravenosa en el hospital y luego oral. Entre las diferencias en el tratamiento en Estados Unidos y Europa, esta investigadora explica que en los estudios examinados la estancia hospitalaria media fue de tres días para los tratados con cirugía y con antibióticos, frente a las 24 horas en las que la mayoría de los pacientes son dados de alta en Estados Unidos.

Además, subraya que en Estados Unidos el tipo más común de apendicectomía es la laparoscopia mínimamente invasiva, mientras que en la mayoría de los estudios europeos incluidos en esta revisión se empleó la apendicectomía abierta, que generalmente requiere una hospitalización y recuperación más prolongada y puede tener más complicaciones.