La Prevención, clave en la lucha contra el melanoma
En la actualidad existen elementos que pueden ayudarnos a protegernos y prevenir un cáncer de piel. Según los expertos se puede hablar de protección primaria y secundaria.
Prevención primaria: la fotoprotección
En relación con la protección solar, las cremas o filtros solares son las medidas más populares, si bien no son las únicas. En general, las medidas de fotoprotección se pueden dividir en dos grupos: medidas físicas y filtros solares.
1. Medidas físicas:
• Ropa, incluyendo gafas de sol, gorra y sombrero, que proporciona una protección variable dependiendo del tipo y espesor de tejido y de su color y tratamiento. Los tejidos claros y nos protegen menos que los más tupidos y oscuros.
• Maquillaje. Proporciona un factor de protección solar (FPS) de 3 a 4, por su contenido en pigmentos.
• Otros: sombrillas, detergentes con protección solar (de venta en países como Australia), etc.
2. Los filtros solares:
El uso de filtros físicos es imprescindible en condiciones ambientales extremas de radiación solar, como ocurre cuando vamos a la playa o a la nieve.
Para ello es imprescindible usar siempre productos con FPS mayor o igual a 15, que filtran al menos el 94% de la radiación ultravioleta B (rayos UVB). Los protectores solares también tienen una capacidad variable de protección frente a la radiación ultravioleta A (UVA).
Los filtros solares se dividen en:
• protección ligera (FPS <15)
• media (15 a 29)
• fuerte (30 a 59) y
• muy fuerte (más de 60, aunque en el envase, por consenso y para evitar falsa seguridad y mensajes erróneos, se recomienda que figure 50+)
Cómo usar los filtros solares
• Aplicar el fotoprotector unos 20 minutos antes de la exposición solar, repitiendo la aplicación cada 2-3 horas, sobre todo si se suda mucho o tras un baño prolongado.
• En lactantes, no usar los fotoprotectores hasta transcurridos los seis meses de edad, por la inmadurez de la piel. En niños, también se aconseja evitar en lo posible filtros químicos para prevenir sensibilizaciones a dichos productos.
• Extremar las medidas de fotoprotección en menores de 18 años, especialmente en niños pequeños, pues es la edad donde se recibe hasta el 80% de la radiación solar total que vamos a acumular a lo largo de toda la vida. También es recomendable no recibir radiación UVA artificial, salvo que sea por indicación médica (psoriasis, etc).
• Evitar o disminuir al máximo la exposición solar directa entre las 12:00 y las 17:00 horas, sobre todo durante el período estival.
Prevención secundaria
Hasta la fecha no hay evidencia suficiente para recomendar el cribado de rutina de la población general usando el examen de piel total para la detección precoz del melanoma. Sin embargo, en contraste con la prevención secundaria de otros cánceres, como el de mama o colon, el cribado del melanoma sólo requiere una inspección visual por personal entrenado y un dermatoscopio.
Para la prevención secundaria del melanoma es fundamental la colaboración, aparte del dermatólogo, de otros profesionales sanitarios, especialmente el médico de familia, aunque también es importante la colaboración de otros como el pediatra, cirujano general, y no médicos como el podólogo, enfermera, etc. con conocimientos de los signos de alarma ABCDE de las lesiones melanocíticas.
Dichos signos hacen referencia a las características clínicas más relevantes que pueden ayudar a distinguir qué lesiones cutáneas pueden ser sospechosas y, por tanto, susceptibles de ser evaluadas por un especialista y, eventualmente, extirpadas para su estudio histológico.