Entre un 5 y un 36 % de la población sufre hemorroides, un trastorno que se produce principalmente entre las personas de 25 a 55 años. También son comunes en mujeres embarazadas Aunque la mayoría son asintomáticas o responden bien al tratamiento médico, entre un 5 y un 10% pueden llegar a necesitar cirugía.

¿Por qué aparecen las hemorroides?

Las hemorroides en general son prolapsos de las estructuras del canal anal fijadas al esfínter interno por un músculo que en un momento dado se rompen por causas como:
o Estreñimiento
o Esfuerzo prolongado
o Ritmos intestinales irregulares
o Diarrea
o Embarazo debido al aumento de presión intraabdominal
o Postura erecta
o Edad
o Anomalías en el esfínter o herencia.

Tipos de hemorroides

– Externas: situadas en una posición externa en relación a la línea anorrectal y están cubiertas por piel.
– Internas: consisten en un aumento de las venas hemorroides superiores situadas por encima de la línea anorrectal y cubiertas de mucosa. En fases iniciales, provocan sangrado intermitente durante y tras la defecación.

Además, su evolución se determina por grados:

– Grado I: no sobresalen del conducto anal.
– Grado II: salen con la defecación y se reducen espontáneamente.
– Grado III: bastante pronunciadas, se generan con esfuerzos extra y se deben reducir manualmente.
– Grado IV: prolapso permanente.

¿Cuáles son los síntomas?
Hay cinco síntomas que alertan de la presencia de hemorroides:
• Hemorragia
• Prolapso
• Prurito o picor
• Manchado y dolor.

Para el diagnóstico se tiene en cuenta la historia clínica, se realiza una exploración con inspección y una anuscopia, que permite diferenciar en las de grado I y II, pero que no es necesaria en las de III y IV. En el caso de los mayores de 50 años, es conveniente realizar una colonoscopia para descartar cáncer colorrectal.
Tratamiento de las hemorroides

1 Dieta saludable y del estilo de vida y tratamiento médico con el fin de reducir el esfuerzo defecatorio.
Así, es conveniente:
o el incremento de la ingesta de fibra y agua
o baños de asiento con agua tibia para disminuir la inflamación o el dolor,
o aplicación de cremas y pomadas para rebajar el edema y la inflamación
o uso de venotónicos para disminuir el edema y tratar la rectorragia aislada por hemorroides.

2. Tratamientos instrumentales
Generalmente están indicados para las de grado I y II con presencia de sangrado, se practican en la consulta del especialista y no requieren anestesia.

Los resultados de esas técnicas varían en función del grado hemorroidal, siendo efectivos generalmente en el 70% de los pacientes.

Entre los tratamientos de este tipo están:
o inyecciones esclerosantes y fotocoagulación con infrarrojos;
o exéresis de tejido redundante con fijación de otros tejidos (ligaduras elásticas)
o criocirugía (poco empleada)
o electrocoagulación mediante diatermia bipolar o corriente directa (elevado coste y pocos beneficios)
o uno de los más novedosos, la ligadura de la arteria hemorroidal.

3. Tratamiento quirúrgico.
Se emplea en el caso de las hemorroides sintomáticas de grado III y IV o cuando las de grado II no responden al tratamiento conservador.
Las dos opciones existentes en la actualidad son: hemorroidectomía y hemorroidopexia.

a. La hemorroidectomía consiste en la eliminación de los tejidos enfermos mediante una gran variedad técnica e instrumental. Se puede realizar bajo cualquier tipo de anestesia, siendo la más habitual la local asociada a sedación.

b. La hemorroidopexia consiste en extirpar la parte del prolapso mucoso y fijar el interior del canal anal mediante una máquina de autosutura.
Avances quirúrgicos en el tratamiento de las Hemorroides

– La resección con grapadora o técnica de Longo, con menor tiempo de cirugía, menos dolor postoperatorio y pronta reincorporación al trabajo, pero provoca síntomas nuevos y más riesgo de hemorragia rectal.

– La cirugía con láser, con beneficios en el dolor y el grado de necrosis tisular, pero sin mejoras avaladas de remisión de los síntomas.

– Técnica quirúrgica con sistema Ligasure (sellador de arterias y venas). El dispositivo LigaSure comprime el tejido hemorroidal, sella y luego elimina cualquier tejido redundante con menor dolor para el paciente, sin efectos adversos en cuanto a complicaciones, convalecencia e incontinencia. Por ello, ante la necesidad de realizar una hemorroidectomía, éste sistema parece ser la mejor opción.