Una ostomía es una operación que persigue desviar de manera temporal o definitiva el contenido de una víscera hasta la superficie cutánea a través de un orificio llamado estoma para permitir su salida a una bolsa recolectora, generalmente de plástico. Este sistema también puede emplearse para introducir sustancias con fines terapéuticos o nutricionales.

Estas intervenciones quirúrgicas pueden ser de varias clases teniendo en cuenta distintos parámetros. Desde el punto de vista fisiológico, se puede tratar de una operación de eliminación, alimentación o drenaje; según el órgano implicado, las hay digestivas, urinarias o respiratorias, y en cuanto al punto de permanencia, pueden ser temporales o definitivas.

Las bolsas que se pegan a la piel para cubrir el estoma y en las que se recoge el contenido desviado de su ruta normal (heces, orina, etc) son altamente resistentes evitando cualquier fuga. Tampoco producen dolor ni molestias. Los pacientes las llevan bajo la ropa y han de cambiarlas, normalmente, entre cada dos y cuatro días.

¿Cuándo y dónde se colocan?
Estas operaciones se suelen realizar por problemas en el intestino delgado, el recto, la vejiga y el colon.

Colostomía: se une el colon al estoma para desviarse del recto y el ano.Se suele realizar en:
– Casos de cáncer de colon, ano y recto
– Obstrucción intestinal
– Diverticulitis
– Traumatismos y malformaciones anorrectales
– Causas congénitas
– Enfermedad inflamatoria intestinal.

Ileostomía: se pretende evitar el colon, el recto y el ano, conectando la última parte del intestino delgado (íleon) al estoma, es decir, exteriorizar el íleon a través de la pared abdominal, generalmente en el lado derecho. Puede ser temporal o definitiva. Está indicada para:
– Enfermedad de Crohn
– Colitis ulcerosa
– Poliposis familiar
– Cáncer de colon y recto.

Urostomía: se llevan al estoma los tubos que portan la orina a la vejiga, de forma que se desvía el curso normal de la orina a la piel o al intestino. Normalmente se ubica en la parte derecha del abdomen. Las causas que llevan a esta clase de intervención son:
– Neoplasias urológicas y extraurológicas
– Vejiga neurógena
– Uropatía obstructiva.
¿Cómo se debe cuidar una bolsa de ostomía?

El paciente al que se le realiza una ostomía necesita muchos cuidados, no sólo físicos, sino también emocionales, socio-familiares e integrales, puesto que puede sufrir ansiedad, miedo o depresión, así como alteraciones del sueño. Para ello, es fundamental la comunicación con la familia, los amigos y los profesionales sanitarios.

Entre otras cosas, el personal médico y de enfermería son los encargados de informar al paciente sobre distintos aspectos acerca de cómo recuperarse en casa, volver al trabajo y a la vida social, además del cuidado diario del estoma y cómo cambiar las bolsas de ostomía.

Higiene. Las personas con estoma deben saber que la aparición de mucosidad a través del estoma es algo normal y que para su higiene se debe:
• lavar con una esponja suave y jabón neutro
• evitar frotar al secarlo
• no emplear el secador
• no rasurar el vello, en todo caso cortarlo con tijeras
• no emplear productos antisépticos ni desinfectantes.

Alimentación. Es importante que la dieta sea pobre en residuos durante las primeras semanas después de la intervención e ir probando alimentos de manera separada para comprobar que se toleran adecuadamente. Algunos consejos generales que el paciente debe tener en cuenta:
• Comer despacio y masticar bien los alimentos
• Hacer cinco comidas en pequeñas cantidades
• Llevar horarios regulares
• Beber entre 1,5 y 2 litros de líquido al día.
• En el caso de las urostomías, se recomienda además de ingerir mucho líquido, tomar mucha fruta rica en vitamina C (kiwis, fresas, naranjas, pomelos) y arándanos.

Dieta a seguir en caso de complicaciones digestivas con una ostomía

– Si el paciente sufre diarrea, se aconseja tomar pan blanco, patatas, zanahorias, manzana rallada, yogur, pescado a la plancha, pasta y arroz blanco, plátano, licuados y mucho líquido.

– En caso de estreñimiento, la solución pasa por tomar verduras, ensaladas, zumos de frutas, frutas enteras, cereales integrales, abundante líquido, carne, pescado a la plancha y legumbres.