Aunque la ciencia y los cirujanos luchan para salvar a los pacientes de tener que pasar por la terrible experiencia de amputar uno de sus miembros, en ocasiones no es posible impedir este tipo de cirugía. Accidentes laborales, de tráfico y enfermedades vasculares o la diabetes son las causas principales que están detrás de la mayoría de este tipo de intervenciones.

A la mayoría de la población le suena haber escuchado la existencia de un síndrome, el del miembro fantasma, en relación con la cirugía de la amputación. Fue descrito por primera vez en 1511 por A. Paré, cirujano militar francés, pero el concepto de dolor de miembro fantasma fue descrito por primera vez por Mitchell, en el año 1872, que publicó un estudio a largo plazo sobre los amputados de la Guerra de Secesión. La literatura se encargó de inmortalizar este síndrome en la obra Moby Dick de H. Menville.

¿Qué es el miembro fantasma?

Es la percepción de que una extremidad que ha sido amputada todavía está presente en el cuerpo y realiza sus funciones normales. Los amputados generalmente experimentan sensaciones incluyendo dolor en el miembro fantasma. Los estudios sugieren que entre el 90% y el 98% de los pacientes sufren de una extremidad fantasma inmediatamente después de la amputación o la pérdida de la extremidad. Se produce, al parecer, porque la corteza cerebral, donde las áreas conectadas neurológicamente a los nervios de la zona del miembro amputado generarían las sensaciones coherentes con los estímulos que ya no reciben

Factores de riesgo del miembro fantasma

  • Dolor o infección antes de la amputación, tanto más frecuente cuanto más dolor tenía el paciente antes de la misma, o si el dolor no se controló lo suficiente durante la cirugía y en el periodo postoperatorio.
  • Presencia de coágulos en la extremidad amputada
  • Amputación traumática

Las sensaciones del miembro fantasma

  • Una sensación de cosquillas
  • Invalidez
  • Dolor
  • Entumecimiento e, incluso, placer.

Cómo evitar el miembro fantasma

Algunos estudios han apuntado la posibilidad de proporcionar un buen control del dolor en las horas previas que conducen a la amputación de los miembros y continuar con ellas  postoperatoriamente para disminuir la probabilidad y la gravedad del dolor del miembro fantasma.

Tratamiento del miembro fantasma

Una de las más extendidas es la terapia de la caja espejo (una caja con un espejo en el centro), cuando el paciente introduce el brazo sin amputar, puede ver el reflejo de su brazo en el espejo. Al ver su brazo, siente que el miembro está presente a pesar de estar amputado. El paciente entonces mueve el brazo, y a través del uso de la retroalimentación visual y al eliminar las posiciones potencialmente dolorosas, consigue dar feedback al cerebro y aliviar el dolor que siente. A veces, incluso el miembro fantasma desaparece.

Otros tratamientos van desde el uso de medicación (como antidepresivos), hasta estimulación nerviosa, acupuntura, estimulación nerviosa transcutánea, etcétera.