En verano, es uno de los momentos del año que más apetece comer pescado al aire libre, pescado fresco…etc. Pero también es una época donde más infecciones alimentarias se producen debido al anisakis. De cara a evitar este parásito es conveniente conocer qué tipo de pescado es más propenso a albergarlo y cómo poder eliminarlo.

¿Qué pescados pueden tener anisakis?

  • Pescados con mayor riesgo: merluza (de más de 65 cm) y bonito
  • Aquellos que no requieren calor para su preparación y se consumen crudos, ahumados, marinados, en vinagre, en salazón: el boquerón, salmón, la anchoa y la sardina.
  • Los cefalópodos: pulpo, sepia y calamar
  • los crustáceos: langostinos, gambas, cangrejos, langostas
  • Se salvan de la infección los bivalvos como los mejillones, almejas, etc porque su sistema de alimentación es distinto.
  • Las conservas son seguras, al tratarse de alimentos cocinados previamente, excepto en el caso de los escabeches y las anchoas.

¿Cómo puedo eliminar el anisakis?

El anisakis realiza su ciclo vital en el tubo digestivo de peces y mamíferos marinos. Cuando lo ingerimos puede causarnos alteraciones digestivas y reacciones alérgicas que pueden llegar a ser graves. Por ello es importante tomar una serie de precauciones para poder extirparlo antes de ingerir alimento procedente del mar:

  • cocinarlos adecuadamente, es decir, que se alcancen siempre los 60 grados en el interior de la pieza.
  • En el horno, plancha, cocido o en sartén, mejor el pescado abierto.
  • Si se congelan las piezas 24 horas a 20 grados bajo cero se mata al parásito.
  • Si el congelador no llega a esta temperatura, deben tenerse de 4 a 7 días.