Los cirujanos sabemos que comunicar a un paciente la necesidad de someterle a una intervención quirúrgica para tratar su dolencia lleva asociado el viejo miedo relacionado con la anestesia. Sin embargo, es importante que los pacientes y sus familiares conozcan de nuestra mano el espectacular avance que ha experimentado la Anestesiología, tanto en el siglo pasado como en este que vivimos. Los anestesistas son profesionales altamente cualificados que contribuyen a resolver complicaciones tanto durante la intervención como en la recuperación postoperatoria. Sabemos, además, que el ‘temor’ a la anestesia llega también de la mano de la falta de conocimiento de los pacientes sobre el procedimiento al que se van a someter, su recuperación o su monitorización en la sala de intervenciones. De nuevo, la máxima ‘la relación médico-paciente’ se impone para lograr la confianza de nuestros pacientes y aumentar su sensación de seguridad.

Hoy en día, las nuevas tecnologías nos han permitido el acceso a una anestesia más segura. De hecho, sabemos que los riesgos de la misma son mínimos y cada día se producen más avances en este campo. Estas nuevas tecnologías facilitan el conocimiento, por ejemplo, de la actividad cerebral del paciente durante la intervención así como la instalación en la sala de sistemas de vigilancia más innovadores. No sólo eso, contamos además con fármacos más seguros y eficaces. Y el futuro no dejará de sorprendernos como con la llegada de dispositivos de realidad virtual que permitirán la monitorización de los signos vitales sobre el campo de visión del especialista para detectar al instante las complicaciones intraoperatorias.

Los pacientes deben estar tranquilos, la anestesia es hoy en día una de las ciencias más seguras.